viernes, 11 febrero, 2022

COVID-19:
Cómo estamos hoy


Sin duda, después de dos largos años de pandemia, hemos leído y escuchado tanto sobre COVID-19, hemos experimentado de primera mano tantas cosas, hemos visto por primera vez en nuestras vidas una pandemia desarrollarse y estamos tan saturados de información y tan cansados de la pandemia en sí y todos los trastornos que acarrea, que no queremos llenarnos de más información confusa, dudosa y alarmista.

Sin embargo, el conocimiento contribuye a darnos seguridad y confianza. Al entender lo que pasa, sabemos mejor cómo actuar para cuidarnos, protegernos y seguir adelante con la menor perturbación posible de nuestras vidas.

Vamos a repasar algunos temas de actualidad respecto de COVID-19, brevemente.

La variante Ómicron y sus subvariantes BA.1 y BA.2

¿Es más contagiosa?

Sí. Surgió a fines de 2021 y en un par de meses se hizo predominante en todo el mundo. Tiene muchas mutaciones, algunas de las cuales la han hecho notablemente más contagiosa que la variante Delta, que fue la anterior predominante. Contagia a personas que ya tuvieron COVID y que ya están vacunadas, incluso con tres dosis.

Un virus puede hacerse más contagioso por varias razones:

  • Que las personas infectadas eliminen mayor cantidad de virus al ambiente o que el intervalo contagioso sea más largo;
  • Que los virus tengan un mayor potencial de enfermar, por ejemplo, si son capaces de eludir los mecanismos de la inmunidad;
  • Que sean más estables en el ambiente y puedan contagiar durante más tiempo una vez que están en el aire o sobre los objetos.

¿Es verdad que causa enfermedad más leve?

Todavía no se sabe con certeza, porque hay una gran población vacunada o que ya tuvo COVID-19, por lo tanto es difícil discriminar si la menor proporción de casos graves se debe a esa inmunidad adquirida o a que el virus es intrínsecamente menos agresivo. Se están haciendo estudios; algunos han concluido que una menor agresividad viral de Ómicron sería responsable de aproximadamente una cuarta parte de la menor gravedad de los enfermos.

Pero de todos modos puede causar enfermedad grave y muertes, sobre todo en personas no vacunadas o con sistemas inmunes debilitados. La gran cantidad de contagios por esta variante es responsable del aumento de los casos graves, de las internaciones en terapia intensiva y los fallecimientos, aunque sean proporcionalmente menos que los que causaban variantes anteriores.

¿Las vacunas son eficaces contra Ómicron?

Sí. Aunque parecen proteger menos del contagio que con las anteriores variantes, las vacunas siguen siendo eficaces, sobre todo después de una tercera dosis, contra Ómicron y sus variantes para evitar casos graves y muertes.

¿Alguna vez terminará la pandemia?

Sí, pero el virus no va a desaparecer. Llegó para quedarse entre nosotros, aunque en algún momento tendremos que determinar, como sociedad, cuál es el nivel “aceptable” de casos que podemos permitir. Ese nivel difiere según los lugares y la gravedad de la enfermedad: para enfermedades leves (como los resfríos), el umbral es alto y no se hace nada. Para enfermedades graves (como la viruela o la polio), lo aceptable tiene un umbral muy bajo, incluso puede ser igual a la eliminación.

Todavía no sabemos cuál será el umbral aceptable para el SARS-CoV-2, pero casi seguramente estará en un nivel intermedio entre los dos ejemplos.

¿Eso es lo que significa que el virus se convierta en endémico?

Sí. Una vez que se establece ese nivel “aceptable” de casos para una zona específica, decimos que la enfermedad es endémica si se mantiene la cantidad de casos dentro de los valores esperados. Todavía no podemos estar seguros de que el SARS-CoV-2 se hará endémico, pero con las actuales o nuevas vacunas podemos pensar que se mantendrá controlado, en niveles aceptables. No hemos llegado allí aún.

Para poder decir que se volvió endémico, tiene que circular poco, la enfermedad tiene que volverse manejable, no tiene que alterar la vida ni la economía de la población y los casos graves y las muertes tienen que ser excepcionales.

Por otro lado, para que una enfermedad se vuelva endémica tiene que haber una reducción muy significativa del número de personas susceptibles. Esto se consigue principalmente por medio de las vacunas, además de la inmunidad por contagio. Siempre hay susceptibles, ya sea por nacimientos, por reducción de la respuesta inmune con el tiempo o por inmunodepresión de cualquier causa. Cuando en una población determinada los casos más o menos se equilibran con los susceptibles, se está en una situación endémica.

Al principio de la pandemia, todos éramos susceptibles. Hoy estamos más cerca de ese equilibrio, por eso se habla de “transición a la endemicidad”.

Todas las medidas que contribuyen a bajar la transmisión ayudan a llegar al equilibrio.

POR ESO: