sábado, 25 noviembre, 2023

25 de noviembre – Día internacional por la lucha para erradicar la violencia contra las mujeres


El 25 de noviembre de 1960, en República Dominicana, cuando las activistas políticas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal regresaban de visitar a sus maridos que estaban presos por motivos políticos, sufrieron una emboscada por agentes del Servicio de Inteligencia Militar del régimen dictatorial de Trujillo. Fueron golpeadas cruelmente con palos y ultrajadas hasta causarles la muerte. El asesinato de las Hermanas Mirabal conocidas popularmente como “Las Mariposas” generó una gran indignación a nivel mundial y contribuyó a intensificar la oposición al régimen de Trujillo, que cae un año después con la muerte del dictador. La memoria de las Mariposas Mirabal se ha convertido en un símbolo internacional de resistencia y lucha contra la violencia contra las mujeres.

 

¿De qué hablamos cuando hablamos de “violencia contra las mujeres”?

Nos referimos al ejercicio de la violencia como forma de dominio y control hacia las mujeres, basado en una relación desigual de poder, en donde las mujeres ocupan históricamente un lugar de subordinación basado en la construcción de estereotipos de género que limitan sus libertades y que incluso pueden llegar a poner su propia vida en riesgo. Esta violencia puede ejercerse de diferentes maneras y bajo distintas modalidades, razón por la cual nos referimos a ellas como “violencias” de género. Según nuestra ley Nacional 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, del año 2009, existen 6 tipos de violencias:

  • La violencia física, la que daña o amenaza dañar el cuerpo de las mujeres.
  • La violencia sexual, cuando se apropian y vulneran su sexualidad.
  • La violencia psicológica, la que daña su salud mental y afecta su autoestima.
  • La violencia económica, cuando se apropian o restringen su dinero o bienes.
  • La violencia simbólica, la que a través de estereotipos, símbolos y mensajes reproducen dominación, desigualdad y discriminación, naturalizando la subordinación de las mujeres.
  • La violencia política, aquella que impide o limita sistemáticamente el desarrollo de la vida política o el acceso a derechos políticos de las mujeres, desalentando su participación.

 

Esta ley también detalla cuáles pueden ser las modalidades de estas violencias, es decir, las formas en las que se manifiestan estas violencias, en qué ámbitos y bajo qué circunstancias, y son:

  • La violencia doméstica
  • La violencia institucional
  • La violencia laboral
  • La violencia contra la libertad reproductiva
  • La violencia obstétrica
  • La violencia mediática
  • La violencia en el espacio público
  • La violencia pública-política
  • La violencia digital

 

Todas estas violencias se articulan entre sí, desde las más visibles y explícitas, como puede ser un golpe o un abuso sexual, hasta las más invisibles y sutiles, que son difíciles de ver debido a que están naturalizadas por la sociedad, y debido a esa naturalización cuesta mucho reconocer, tanto por parte de la víctima como por parte de toda la sociedad. Cada una de estas violencias legitiman a otras dándole lugar y sustento, siendo la base de ellas la violencia simbólica que se encuentra en el humor sexista, en la publicidad sexista, en el lenguaje sexista, en los micromachismos o en la misma invisibilización de la mujer. Estas violencias están muy encarnadas en la sociedad y son muy difíciles de cuestionar y de resolver. Forman así una base muy sólida sobre la cual se van construyendo otras violencias de género cada vez más explícitas y más visibles, hasta llegar al extremo de la violencia machista que es el FEMICIDIO.

 

 

¿Qué sucede con los femicidios?

En Argentina al 24 de noviembre de 2023 llevamos registrados más de 274 femicidios a lo largo del año, según datos del Observatorio de las violencias de género Ahora que sí nos ven. Según su Registro Nacional de Femicidios, en nuestro país ocurre 1 femicidio cada 29 horas. Esto quiere decir que es muy probable que la violencia machista esté quitándole la vida a una mujer en el mismo momento que estás leyendo esto, y que poco después del día de mañana, lo volverá a hacer. Es muy doloroso pensar en todas estas mujeres que han sido asesinadas, pero también es doloroso preguntarnos ¿a quién le tocará sufrir esto mañana?

 

 

Los datos

En los informes de femicidios del observatorio también podemos encontrar algunos indicadores:

La mayoría de los femicidios ocurre dentro de la vivienda de la víctima

La mayoría de las víctimas son asesinadas por sus propias parejas o exparejas

Existe una cantidad importante de casos cuyas víctimas habían realizado una denuncia previa por violencia de género contra su agresor, incluso algunas contaban con medidas de protección, y aún así fueron asesinadas.

Al 24 de noviembre de 2023 más de 200 niños y niñas han perdido a sus madres por un femicidio. Femicidio que muy probablemente, basados en los indicadores que hemos mencionado, puede haber sido cometido por su propio padre, dejando secuelas emocionales y psicológicas muy difíciles de reparar en las infancias. Infancias que, por otra parte, seguramente han vivido en un hogar violento, donde habrán sufrido violencias directa o indirectamente, porque sabemos que el femicidio no es un hecho aislado, sino que es el último eslabón de una cadena de violencias que las mujeres van sufriendo a lo largo de mucho tiempo.

 

 

 

¿Habrá solución?

Sabemos que la violencia de género es un problema complejo, y como tal requiere de soluciones integrales, desde educación en ejes afectivos, cuestionamiento y reconstrucción de sentidos en torno a los vínculos, hasta cambios en la justicia y en los sistemas de protección, pasando por una revisión profunda de las manifestaciones de todo tipo de violencias que ejercemos y reproducimos en distintos ámbitos de la vida: en el hogar, en la escuela, en los medios de comunicación, y también

en el ámbito laboral. Por eso es que desde nuestro lugar invitamos a reflexionar en este día sobre aquellas acciones que pudiéramos llevar adelante para promover espacios de trabajo libres de violencias. Algunas pistas para comenzar a hacerlo pueden ser:

  • Revisar
  • Reconocer
  • Reconstruir
  • Escuchar
  • Apoyar

 

Tenemos la seguridad de que un ámbito laboral sin violencias contra las mujeres será un espacio de confort y cuidado para todos y todas, en donde los buenos vínculos fortalecerán a los equipos y también a cada una de las personas que los conforman.

 

 

 

Analía Morra

Docente especialista en Educación Sexual Integral

Directora de Educación del observatorio «Ahora que Sí Nos Ven»