tabaco
viernes, 31 mayo, 2019

Día Mundial sin tabaco


Según la Organización Mundial de la Salud, el consumo de tabaco es la primera causa de enfermedad, invalidez y muerte prematura del mundo.

Este año, la campaña de la OMS se centra en el impacto que el tabaco tiene en la salud cardiovascular, como factor de riesgo importante para la enfermedad coronaria, el accidente cerebro vascular y la enfermedad vascular periférica.

El tabaco es el responsable de más muertes que las que producen el alcohol o las drogas, entre otras. Particularmente en nuestro país, la situación es alarmante: encabezamos el consumo de tabaco en América Latina con un porcentaje de fumadores del 40% los mayores de 15 años y el 23% de los adolescentes entre 12 y 14 años.

Cada año mueren 40000 argentinos por enfermedades directamente relacionadas con el tabaquismo (6000 por tabaquismo pasivo). La mitad muere de una enfermedad relacionada con su consumo, mientras que el resto pueden vivir un promedio de 10 años menos que los no fumadores.

El tabaquismo, un problema de Salud Pública

Debido a que contiene nicotina, una sustancia que produce adicción y genera dependencia, el consumo de cigarrillos deja de ser una elección personal y se convierte en adicción.

Los daños que produce el consumo del tabaco en el organismo afectan a quienes lo consumen directamente y también a quienes están expuestos al humo de tabaco ambiental. Se considera que multiplica por cuatro la probabilidad de padecer una enfermedad coronaria o cerebro vascular como así también es la causa de la disminución de capacidad pulmonar, por lo que el fumador se cansa más pronto y tiene menor resistencia al ejercicio físico.

En el humo del tabaco se encuentran compuestos químicos cancerígenos que se han relacionado con cánceres de pulmón, laringe, garganta, esófago, estómago, páncreas, hígado, colon, recto, riñón, vejiga, mama, aparato genital y sistema linfático. Está fuertemente asociado con la gastritis, úlcera gastroduodenal, esofagitis por reflujo e hipertrofia de papilas gustativas con déficit del sentido del gusto.
Es altamente perjudicial durante el embarazo porque aumenta la probabilidad de complicaciones, partos prematuros y bajo peso al nacer. El tabaquismo pasivo de los niños se asocia con incremento de la probabilidad que ocurra muerte súbita del lactante, y favorece, entre otros efectos perjudiciales, las enfermedades respiratorias en la infancia.

Estos daños se revierten gradualmente al dejar de fumar. Disminuyen las probabilidades de enfermar y mejora sustancialmente la salud y la calidad de vida, por lo que siempre vale la pena abandonar el tabaco.

Existen formas de facilitar el abandono del tabaco, entre ellas la voluntad de dejar de fumar sigue siendo una elección personal que requiere esfuerzo y persistencia. Generalmente haberlo hecho antes mejora las probabilidades de lograrlo en un nuevo intento. Los programas de Cesación Tabáquica se basan en experiencias que han demostrado ser eficaces en todo el mundo y que constituyen una ayuda valiosa para los fumadores que deseen dejar de serlo.

Las excusas del fumador

Muchas veces los fumadores se niegan a aceptar que fumar es perjudicial para la salud propia y de los fumadores pasivos. Y descreen que sus consecuencias son reales o piensan que no están basadas en información verdadera.

“Fumar no causa cáncer 1?7

El hábito de fumar multiplica entre 25 y 30 veces el riesgo de presentar cáncer en comparación a un no fumador. Es causa de cáncer de pulmón, esófago, laringe, boca, garganta, riñón, vejiga, hígado, páncreas, estómago, cuello uterino, colon y recto.

“Fumo poco, no es necesario que deje 1?7

No existe un nivel de consumo seguro para la salud.

“Es tarde para dejar, llevo fumando toda la vida 1?7

Nunca es tarde para dejar de fumar. Sin importar la edad, los beneficios comienzan a verse rápidamente.

“Mi abuelo ha fumado toda la vida y está perfectamente 1?7

La relación directa entre fumar y las graves enfermedades que provoca son confirmadas por infinidad de estudios, investigaciones y casos, en millones de personas a lo largo de décadas.

“Si dejo de fumar, engordo 1?7

Con una dieta controlada por un profesional, se vuelve al peso normal.

El proceso de cesación tabáquica

Las personas que quieren superar su adicción pasan por un proceso que quienes los acompañan deben conocer.

Precontemplación

En esta etapa el fumador no está intentando cambiar en un futuro inmediato. A pesar de que quienes están a su alrededor ven que tiene un problema con el cigarrillo, él no puede verlo. El fumador evita leer, escuchar o hablar sobre su adicción.

Contemplación

Quienes se dan cuenta de que tienen un problema con el cigarrillo comienzan a pensar que deberían dejarlo. Saben las consecuencias negativas de fumar, pero también saben los costos que trae dejarlo y esto tiene más peso. Piensan que deberían dejar de fumar, pero todavía no están listos para hacer algo al respecto.

Preparación

El fumador está listo para encarar acciones concretas para dejar de fumar. Está intentando hacerlo en el próximo mes y ha realizado intentos en los pasados 12 meses. Está más convencido de las ventajas de dejar de fumar, y estas superan a las desventajas.
Acción

En esta etapa se deja de fumar. Aquí el fumador tiene que esforzarse durante por lo menos 6 meses para consolidarse, aunque las primeras semanas suelen ser las más difíciles.

Mantenimiento

A esta etapa se entra luego de 6 meses de haber dejado de fumar y no haber recaído. En esta fase las personas continúan aplicando lo aprendido en la etapa de acción, pero no necesitan esforzarse tanto para sostener lo logrado. Los problemas emocionales como ansiedad, depresión, estrés, etc. suelen ser los que producen más riesgo de recaída. Conviene estar atento a ellos y aplicar los recursos necesarios para evitarla.

Finalización

Para algunas personas la etapa de mantenimiento dura toda la vida, pero otros pueden terminar definitivamente y nunca más sentirse tentados frente a un cigarrillo. Ellos son los que han llegado a la etapa de finalización.

Aunque el tabaquismo produzca dependencia, dejar de fumar es una elección personal que requiere esfuerzo. Con ayuda, compromiso y dedicación, una vida más saludable es posible.