Hipertensión arterial: ¿qué es y cómo prevenirla?
¿Por qué se produce la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial es una enfermedad común en la que la sangre circula dentro de los vasos sanguíneos a una presión mayor que la normal. El corazón se contrae para impulsar la sangre y hacerla fluir por los vasos sanguíneos (arterias y venas). Diversos factores pueden causar que la presión que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias sea demasiado alta y esto, a largo plazo, causa complicaciones. La causa más común de aumento de la tensión arterial (o presión sanguínea, es lo mismo) es el endurecimiento de las arterias, que ocurre habitualmente con la edad. A este tipo de hipertensión se la denomina esencial o primaria. Hay otras causas menos frecuentes de hipertensión arterial, que puede ser secundaria a otras enfermedades o al uso de ciertos medicamentos. Este tipo suele resolverse cuando se trata la enfermedad o se elimina la causa.
La medición de la presión arterial
La presión de la sangre en las arterias se mide con un tensiómetro y se expresa mediante dos cifras: la máxima o sistólica, que corresponde al momento de la sístole del corazón, cuando éste se contrae para impulsar la sangre y la mínimao diastólica, que corresponde al momento en que el corazón se relaja para permitir que entre la sangre que llega y poder impulsarla en la siguiente sístole. La medida se expresa en mmHg, que significa “milímetros de mercurio 1?7, porque los primeros tensiómetros (todavía en uso) tenían,dentro de un tubo de vidrio milimetrado, una columna de mercurio que subía de acuerdo a la presión encontrada. Aunque ahora puede medirse mediante sensores electrónicos, se sigue expresando en mmHg; por ejemplo: 120/80 mmHg.
Las cifras de la presión arterial
Se considera que los adultos tienen una presión arterial normal si ésta es de 120/80 mmHg o menos. Cuando la presión está entre 120-139/80-89 se dice que hay una prehipertensión, que requiere atención y seguimiento para evitar que se alcance la hipertensión, con cifras mayores a 140/90. Las personas menores de 40 años deberían controlarse la presión arterial al menos cada 3 años; los mayores de 40 años, al menos una vez al año.
Complicaciones de la hipertensión arterial
Con el tiempo, la hipertensión arterial debilita y daña los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, incluyendo los del propio corazón, los riñones y el cerebro, lo cual puede causar complicaciones: aneurismas, enfermedad renal crónica, deterioro cognitivo, lesiones en la retina, insuficiencia cardíaca, infarto del corazón, obstrucciones en arterias de las piernas, accidente cerebrovascular, etc.
¿Quiénes pueden tener hipertensión arterial?
Cualquier persona puede tener presión arterial alta. Sin embargo, hay factores que pueden favorecerla. Algunos pueden modificarse, otros no. Entre los factores no modificables están la edad, el sexo y los antecedentes familiares. La presión arterial tiende a aumentar con la edad, al hacerse más rígidas las paredes de las arterias. Los hombres tienen más probabilidad de sufrir hipertensión arterial antes de los 55 años, pero después de esa edad aumenta la probabilidad de que la sufran las mujeres. Algunas personas tienen una elevada sensibilidad al sodio, que causa hipertensión arterial. Esa sensibilidad puede ser hereditaria, por eso el tener familiares hipertensos es un factor de riesgo para la presión arterial alta.
La prevención de la hipertensión arterial
Hay factores que pueden favorecer la hipertensión arterial y que son modificables:
– Consumir demasiado sodio (demasiada sal en las comidas) y/o muy poco potasio.
– No hacer actividad física.
– Tomar demasiado alcohol.
– Tener sobrepeso.
– Sufrir estrés con frecuencia.
– Fumar.
– Dormir poco.
La prevención de la hipertensión arterial implica actuar sobre esos factores modificables, considerados hábitos relacionados con el estilo de vida: – Disminuir la cantidad de sal agregada a las comidas.
– Consumir una dieta completa y saludable, rica en vegetales, frutas y fibra.
– Limitar la cantidad de bebidas alcohólicas consumidas (una copa diaria las mujeres, dos copas los hombres).
– Hacer por lo menos 30 minutos diarios de actividad física aeróbica, como caminar.
– Mantener un peso saludable.
– Evitar el estrés o aprender un manejo del mismo que minimice su efecto.
– Dejar de fumar.
– Procurar un descanso suficiente.
– Tomar agua(porque facilita el trabajo del riñón para eliminar el exceso de sodio).
El tratamiento de la hipertensión
Existen muchos medicamentos con los que la hipertensión arterial puede ser tratada eficazmente. Cada persona necesita un tratamiento personalizado, que debe ser indicado por el médico y ajustado a cada caso. Es muy importante el cumplimiento de esas indicaciones sin interrupciones. No se deben modificar las dosis o suspender el tratamiento sin indicación médica. Se deben cumplir los controles médicos periódicos y hacer seguimiento de la presión arterial.